El tema de la sensibilidad hacia nuestros animales cada día va tomando mayor relevancia, no sólo por el nivel de conciencia que ha levantado el abandono y sobrepoblación de animales en Puerto Rico, sino también por los estudios que se llevan a cabo cada vez más nos sorprenden. Igualmente cada día vemos más campañas educativas en los medios de comunicación que mantienen la relevancia del tema.
Los que abogan por la causa del bienestar animal en Puerto Rico muchas veces se ven como gente lunática, fanáticos, personas que humanizan la relación entre los animales y las personas. Cuantos rescatistas con tantas limitaciones hacen mucho más de sus posibilidades para salvar una vida y viven al filo de una navaja para hacer lo que les apasiona. Han asumido una responsabilidad que debería ser compartida entre todos los que habitamos este país. Son artífices de la transformación física y emocional de los que no tienen voz. Rehabilitan vidas de una manera espectacular con el apoyo del médico veterinario, la organización sin fines de lucro, del amigo en Facebook y de todo aquel que cree que vale la pena invertir, aunque sea un dólar, en una causa noble y justa.
La relación humano-animal es más fácil de entender a través de nuestras mascotas, particularmente de nuestros perros, gatos, aves, peces, reptiles, caballos y muchos otros. Están altamente documentados los beneficios que el hombre obtiene a través de esa relación. Recientemente conocí a la Profesora y Psicóloga Clínica, Úrsula Aragunde, Fundadora de PR Animals, y compartió sus experiencias en los trabajos e investigaciones que está llevando a cabo y quedé fascinado con el tema de los animales de compañía que tanto aportan a la salud mental y física de los seres humanos de todas las edades.
Apenas se comienzan a estudiar y descubrir los beneficios que pueden obtenerse de la relación humano-animal y así reconocer como ese vínculo aporta, de una manera contundente, a mejorar la calidad de vida de millones de personas, particularmente niños y envejecientes. También los perros de terapia son un excelente ejemplo de cómo ayudan a rehabilitar personas en hospitales o adultos sumidos en grandes depresiones.
Algo si queda claro en estudios llevados a cabo y es que las personas que demuestran gran empatía hacia los animales también la demuestran hacia los humanos. Por otra parte se ha demostrado que aquel que maltrata y abusa de animales tiene tendencias a un patrón de conducta similar en los humanos. Lamentablemente muchas personas que cometen asesinatos de adultos, alguna vez cometieron abuso y maltrato y hasta dieron muerte a animales. Así de complejo es esto.
Por lo tanto vamos a agradecer a aquellos que salvan vida a perros y gatos y otros animales, porque puede ser que le estén salvando la vida a aquel niño, adulto o anciano que eventualmente los adopten y se conviertan estos animalitos en el centro de sus propias vidas. Cuanto más compasivos seamos con los animales, mayor será nuestro potencial de actuar con empatía, compasión promoviendo de esta manera al bienestar animal y social de nuestro país.
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